Mientras recuerdo mis tiempos de selvas, él clava sus espinas en mi costado, succiona mi savia ancestral y primigenia... Sé que está feliz por la textura de su piel ... eran frescas las sombras de las selvas después de una lluvia de verano.
Le traían de regalo : canciones envueltas en papeles azules, azules de ceda y luminosos,… El dijo- no me las regalen ahora, dénmelas en el otoño, es bueno recibir canciones en otoño, así no se sufre tanto la vejez de los árboles…
Tomé el agua turbia que sale de la tierra, mordí las frutas verdes de las ramas mas altas, enredé mis pies en las raíces salientes... y ahora el gran árbol que soy espera su muerte al filo de las hachas.